Detección Antígeno Helicobacter pylori en heces

contenedorLa detección de antígeno de Helicobacter pylori en heces se convertirá en breve en la prueba diagnóstica disponible para varios Centros de Salud de la Comunidad de Madrid. Actualmente la situación al respecto es muy variable y oscila desde Centros que no disponen de ningún método diagnóstico, posibilidad de realizar la prueba del test del aliento en el hospital de referencia o disponibilidad de kits de test del aliento para realizar en Atención Primaria

Según el último consenso Maastricht IV / Florencia, la fiabilidad de la detección de antígenos en heces con anticuerpos monoclonales validados en laboratorio (ELISA) es similar al test del aliento, tanto para diagnóstico inicial como posterior al tratamiento (S: 94%; E: 92%). Los tests de heces para realizar en consulta no parecen tener por el momento tanta fiabilidad.

Entre sus ventajas cabe destacar que es más barato y también supone un menor consumo de tiempo que realizar el test del aliento. En Pediatría constituye una magnífica alternativa como método no invasivo al simplificar la preparación de la prueba diagnóstica. En menores de 6 años el test del aliento puede ser de difícil realización y los resultados con frecuencia no son fiables

La muestra de heces se recoge en un recipiente estéril (como los de urocultivo) y debe ser conservada en el frigorífico (2-8º) hasta la recogida por el sistema de transporte del laboratorio

Al igual que con el test del aliento, debemos advertir al paciente de no consumir antibióticos ni inhibidores de la bomba de protones en los 15 días previos a la recogida de la muestra para evitar falsos negativos. Y deben pasar al menos 4 semanas de la finalización de la terapia antibiótica erradicadora para comprobar su eficacia.

Manejo de la Enfermedad Meningocócica Invasiva: Guía de Práctica Clínica

La Enfermedad Meningocócica Invasiva (EMI) es un proceso con una elevada morbilidad y mortalidad. Su manejo se ve afectado por la inespecificidad de los síntomas y signos de presentación, en ocasiones presentes en procesos más benignos. El reto para los profesionales sanitarios se encuentra en identificar aquellos pacientes que progresarán rápidamente hacia el deterioro clínico.Enf Meningocócica
El diagnóstico precoz y la inmediata instauración del tratamiento apropiado mejoran considerablemente el pronóstico y la calidad de vida de los pacientes. La adecuación de la atención en cada fase de la enfermedad (aguda, subaguda y secuelas) es crítica para lograr una evolución favorable.
Además en el caso particular de niños, niñas y adolescentes, si cabe es mayor el impacto de la hospitalización, los tratamientos, las secuelas y los fallecimientos, no sólo para los propios pacientes, también para familiares y personas cuidadoras.
Es esencial contar con unas directrices comunes, tanto para el diagnóstico como para el tratamiento, basadas en el mejor conocimiento científico disponible.
Con este objetivo nace esta guía de práctica clínica (GPC), elaborada específicamente para ser utilizada por todos aquellos profesionales sanitarios, de atención primaria y hospitalaria, involucrados en la atención del paciente infanto-juvenil afectado por una EMI.

Guía de Práctica Clínica sobre el Manejo de la Enfermedad Meningocócica Invasiva. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud; 2013. Guías de Práctica Clínica en el SNS: IACS Nº 2011/01.

Vacuna Neumococo 23-valente: breve recordatorio

Estamos en plena campaña de vacunación de gripe y en muchos pacientes aprovechamos para vacunar también frente a neumococo. Por eso, queremos aprovechar este post para repasar la evidencia disponible hasta la fecha. Os remitimos a la web de la Health Protection Agency del Reino Unido y al Green Book del Departament of Health si deseáis ampliar esta información.

Según la más reciente revisión de la HPA (agosto 2012), la vacuna del neumococo 23-valente reduce la incidencia de bacteriemia neumocócica entre un 50-70%. Sin embargo parece no demostrar protección frente a neumonía neumocócica sin bacteriemia, reagudización de EPOC u otitis media.

La vacuna 23-valente frente al neumococo está recomendada en pacientes mayores de 65 años y en aquellos grupos de riesgo con mayor probabilidad de sufrir infección neumocócica:

–       Asplenia anatómica o funcional

–       Enfermedad respiratoria crónica: EPOC, bronquiectasias, fibrosis quística, fibrosis intersticial,… (no en asma salvo uso esteroides mantenidos)

–       Enfermedad cardiaca crónica: cardiopatía isquémica, ICC, HTA con afectación cardiaca, cardiopatías congénitas,…

–       Enfermedad renal crónica

–       Enfermedad hepática crónica: hepatitis crónica, cirrosis,…

–       Diabetes Mellitus con antidiabéticos o insulina.

–       Inmunosupresión: VIH, quimioterapia, esteroides a dosis equipotentes de prednisolona > 20mg / día durante 1 mes.

–       Implantes cocleares

–       Pérdidas de líquido cefalorraquídeo.

Se recomienda una sola dosis y sólo está indicada la revacunación cada 5 años en asplenia anatómica o funcional y enfermedad renal crónica.

No hace ninguna referencia a una dosis adicional si la primovacunación se realizó antes de los 65 años (como se recomienda en Madrid por ejemplo)

Echamos un vistazo también a la web de los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) y vemos que difiere bastante de los británicos (con actualización en Septiembre 2010). Recomiendan vacunación también en asma y a fumadores (sin especificar cantidad) debido a un mayor riesgo.

Según los CDC, en vacunados previamente con menos de 65 años sí está indicada una segunda dosis al cumplir los 65 años ó a los 5 años de la primovacunación. También está recomendada una segunda dosis en pacientes de alto riesgo de inmunosupresión (leucemias/ linfomas, VIH, mieloma múltiple, corticoides, enfermedad renal,…) pero en ningún caso recomienda dosis sucesivas cada 5 años.

Pautas de Antibioterapia para Helicobacter pylori (Consenso Maastricht IV / Florencia)

Como continuación del post previo repasamos las combinaciones de antibioterapia recomendadas para el tratamiento de Helicobacter pylori. En este aspecto hay algunas novedades con el objetivo de mejorar las tasas de erradicación.

Las recomendaciones se clasifican según el nivel de resistencia de Helicobacter a claritromicina (nivel de corte 15-20%; Nivel de Evidencia 5; Grado de Recomendación D).

Uno de los últimos estudios multicéntricos (Perez-Trallero) publicados estudia la resistencia del Helicobacter en España ante diferentes antibióticos en pacientes derivados para endoscopia y que no habían recibido previamente tratamiento erradicador (año 2008-09). Las tasas de resistencia a los distintos antibióticos fueron: metronidazol (28%), levofloxacino (14%), claritromicina (12%), tetraciclina (0,9%), amoxicilina (0,5%) y rifabutina (0,5%).

La resistencia a claritromicina es algo mayor que la observada en estudios realizados en años anteriores por Gomollón (8.7%; años 1997-2000) y probablemente pone de manifiesto el aumento progresivo de resistencias en un país con alto consumo de macrólidos.

En población pediátrica están descritas (Agudo 2009) tasas de resistencia primaria del 49.2% y secundaria del 70.6%

Por tanto a priori en población adulta española parece que podrían seguir usándose todavía las recomendaciones para regiones con resistencia <15-20%. Sin embargo el aumento progresivo de las resistencias y opiniones de expertos que abogan por buscar combinaciones de antibióticos que obtengan un 95% de éxito (frente al 80% considerado como umbral aceptable) quizá nos cambien de “categoría” en los próximos años.

REGIONES CON RESISTENCIA CLARITROMICINA <15-20%

1ª LÍNEA

IBP + CLARITROMICINA + METRONIDAZOL / AMOXICILINA

“La terapia cuádruple con bismuto también es una alternativa”

Se proponen diferentes métodos para aumentar el porcentaje de éxito de erradicación en las pautas con claritromicina

  1. Aumentar la dosis de IBP: 40 mg esomeprazol ó rabeprazol (que quizá puede descuadrar la política de “equipotencia” de IBP como método de ahorro)
  2. Aumentar la duración del tratamiento: a 10-14 días
  3. No hay evidencia suficiente para apoyar el uso de metronidazol en lugar de amoxicilina ó añadir probióticos ó lactoferrina

2ª LÍNEA

Terapia cuádruple con bismuto Ó

Terapia triple con levofloxacino (IBP + levofloxacino + amoxicilina)

Valorar las tasas de resistencia a levofloxacino y evitar las combinaciones con levofloxacino en pacientes con patología respiratoria que hayan podido usarlo previamente.

ALERGIA PENICILINA

1º: IBP + claritromicina + metronidazol

2º: IBP + levofloxacino + metronidazol (según resistencias quinolonas)

REGIONES CON RESISTENCIA CLARITROMICINA >15-20%

1ª LÍNEA

TERAPIA CUÁDRUPLE CON BISMUTO

Si esta terapia no está disponible se puede usar:

–       Terapia secuencial: IBP + amoxicilina durante 5 días; luego IBP + claritromicina + metronidazol otros 5 días más

–       Terapia cuádruple SIN bismuto ó Terapia concomitante: IBP + amoxicilina + claritromicina + metronidazol

2ª LÍNEA

Terapia triple con Levofloxacino

En todos los casos, la tercera línea de tratamiento debe ser guiada por la sensibilidad antibiótica según los resultados de la biopsia gástrica

Erradicación Helicobacter pylori (Consenso Maastricht IV / Florencia)

 

Se publicó en Mayo el informe resultante de la Conferencia de Consenso  Maastricht IV / Florencia sobre Infección por Helicobacter pylori donde se sintetiza y evalúa toda la información disponible hasta el momento.

 

Al igual que en consensos anteriores mantiene recomendaciones muy activas a favor de la erradicación de Helicobacter pylori en multitud de situaciones, además de las tradicionalmente establecidas como ulcus péptico o linfoma MALT.

 

El test del aliento y el estudio de antígenos en heces (monoclonal y validado) son métodos no invasivos aceptados. Las serologías Ig G si están validadas también pueden ser utilizadas

 

  • DISPEPSIA NO INVESTIGADA (se decide no realizar estudio endoscópico).

 

Una estrategia de “test-and-treat” en pacientes jóvenes y sin signos /síntomas de alarma es PREFERIBLE a prescribir únicamente inhibidores de la bomba de protones  (IBP) para poblaciones como España con una prevalencia >20% de Helicobacter pylori (validado también con cohortes en Atención Primaria).

 

  • DISPEPSIA FUNCIONAL (endoscopia realizada pero sin hallazgos)

 

Aunque el beneficio es “menos claro” también recomienda erradicación de Helicobacter pylori (con un NNT 12 comparado con placebo). La erradicación de Hp disminuye un 25% las consultas por dispepsia durante un seguimiento de 2-7 años.

 

  • TRATAMIENTO CON ASPIRINA Y AINES

 

En pacientes que ya están tomando estos fármacos no parece haber beneficio. Pero en pacientes que van a iniciar tratamiento se recomienda hacer tratamiento erradicador, incluido para aspirina a dosis bajas. En pacientes con historia de úlcera péptica que van a iniciar tratamiento con AAS, la erradicación de Hp disminuye la incidencia de sangrado incluso sin usar gastroprotección.

 

  • TRATAMIENTO CON INHIBIDORES BOMBA PROTONES

 

El tratamiento a largo plazo con IBP provoca gastritis atrófica en pacientes portadores Hp. La erradicación en estos pacientes cura la gastritis y previene la progresión a gastritis atrófica.

 

  • ENFERMEDADES EXTRAGÁSTRICAS

 

Hay suficiente evidencia (y por tanto indicación de estudio y erradicación) sobre la relación entre Helicobacter y la anemia ferropénica, la deficiencia de B12 y la púrpura trombocitopénica idiopática (PTI)

 

 

Profilaxis para la Sepsis por Escherichia coli tras Biopsia Transrectal: ¿debemos seguir usando Quinolonas?

Transrectal ultrasonography

La biopsia transrectal es un procedimiento ampliamente extendido en el diagnóstico y seguimiento de nuestros pacientes con sospecha de patología prostática maligna, y en todos los servicios de Urología recomiendan tratamiento antibiótico profiláctico, habitualmente quinolonas. ¿Podremos seguir utilizándolas?

Tras revisar brevemente los resultados de este estudio Escherichia coli Bloodstream Infection After Transrectal Ultrasound–Guided Prostate Biopsy: Implications of Fluoroquinolone-Resistant Sequence Type 131 as a Major Causative Pathogen, y conociendo los patrones de resistencia de los uropatógenos en nuestro medio, quizá debamos revisar nuestras recomendaciones.

Antibióticos, Neumococo resistente, Otitis y Neumonías: ¿qué dosis debemos emplear?

Aunque en mi Centro de Salud disponemos de Pediatra, durante sus ausencias no suplidas solemos asumir la atención de los niños de nuestro propio cupo. En una de esas visitas, uno de los niños presentaba una otitis media aguda (OMA) que consideraba candidato a tratamiento antibiótico. Las guías clínicas de uso habitual recomiendan observación durante 48h en niños mayores de 2 años con OMA sin factores de riesgo. En caso de precisar antibioterapia, es de elección amoxicilina 80-90 mg/kg/día (para cubrir posibles neumococos con resistencia intermedia a penicilinas).

Y así surge la paradoja en diferentes indicaciones de antibioterapia según la edad:

  • En un adulto con neumonía adquirida en la comunidad (NAC) sin factores de riesgo: amoxicilina 1g/ 8h
  • Mismo adulto con OMA que precisa antibiótico: Amoxicilina 500 mg/ 8h

¿Es el neumococo igual de resistente en neumonías que en OMA? Suponemos que sí, pero sin embargo las dosis son diferentes.

Sin embargo en Pediatría al pautar amoxicilina 80-90 mg /kg peso (en 3 tomas), las dosis en OMA pueden ser muchos mayores.

  • OMA en niño 30 kg (a 90 mg): Amoxicilina 900 mg /8 h.

¡Se recomienda una dosis mayor para el hijo que para el padre en la misma patología!

Podemos así preguntarnos:

  • ¿En adultos con OMA y con hijos pequeños debería pautarse amoxicilina 1 g/8h?
  • ¿En niños mayores de 5 años y sin otros factores de riesgo pero cuya otitis media aguda fuera susceptible de antibioterapia se podría pautar amoxicilina 40 mg/kg/día?

Varios compañeros del Grupo de Enfermedades Infecciosas de SOMAMFYC expusieron sus puntos de vista que recogemos en el siguiente post.

¿Cuál es la opinión clínica de los seguidores de nuestro blog al respecto?

Faringitis Aguda. ¿FACIL MANEJO?

“ Solo una pequeña proporción de personas con  odinofagia tiene infección bacteriana”

Así comienza un artículo publicado en Canadian Family Phisician2011.

A través de un caso clínico repasa el manejo de las faringitis en la consulta. Estos son algunos de los puntos interesantes

1. Epidemiología. Las faringitis agudas son responsables del 2-4% de las visitas en Atención Primaria. La etiología es vírica en el 85-95% de los adultos y niños menores de 5 años; entre los 5-15 años el 30% se debe al estreptococo del grupo A ( GABHS) y el otro 70% el cuadro corresponde a un catarro común o gripe  o mononucleosis o agentes irritantes como el tabaco o a otras causas

2. ¿Qué es importante en la clínica? Valorar los síntomas (datos de enfermedad sistémica, fiebre elevada, mialgias, tos, disnea) y signos (rash, sudoración, exudado faríngeo, adenopatías,  hepatoesplenomegalia, etc ). Usar criterios clínicos para ver la probabilidad de infección estreptocócica (fiebre >38º, ausencia de tos-síntomas catarrales, adenopatías, exudado faríngeo y edad entre 5-15 a).

3. ¿Qué hago con los criterios?  Si hay 2-3 criterios, realizar test rápidos o cultivo; si hay 4-5, tratar con antibióticos o hacer cultivo

4. ¿Y si trato? El tratamiento del GABHS mejora los síntomas (cefalea, fiebre y odinofagia) y disminuye la duración de la enfermedad.   El 90% de los pacientes tratados o no tratados están libres de enfermedad a la semana. El NNT para prevenir una otitis media es de 30 niños y 145 adultos, para  un absceso  30, para una sinusitis 50; en el caso de fiebre reumática asciende a 15.000.

5. ¿Cual es el mejor tratamiento para el GABHS? Penicilinas

6. ¿Qué mas puedo hacer? Valorar la prescripción diferida y si trato plantear pautas cortas para facilitar el cumplimiento

El dilema es que sólo con los criterios clínicos  (menos es nada) y fuera de la edad de 5-15 años usaremos antibióticos innecesariamente en alrededor de un 50% de los casos y los síntomas no mejorarán tan rápido. Incluso teniendo la certeza según comenta el artículo podría plantearse la prescripción diferida si no hay mejoría de los síntomas. ¿Qué hacer?  Como siempre todo depende de la situación clínica, de la edad, de las creencias y expectativas del paciente, de los criterios del médico y de si podemos llegar al origen etiológico.

Pautas Cortas en Faringitis

 Las faringitis son una de las infecciones respiratorias mas frecuentes en niños y adultos. El uso de antibióticos en  esta patología es elevado y, en muchos casos,  inadecuado; y el cumplimiento terapéutico deja mucho que desear, de ahí que se estudie la posibilidad de pautas cortas (menor duración del tratamiento) o de reducción de dosis (menos dosis al día).También , a la hora de elegir el antibiótico hay que tener en cuenta las resistencias de Streptococcus pyogenes a macrólidos y, aunque según  el estudio SAUCE-4 (2010) han disminuído, no se deben descartar en posibles recurrencias o fracasos terapéuticos.

Con estos antecedentes se ha publicado en Evidence-Based Child  Health una revisión Cochrane que compara pautas cortas versus pauta estandar de penicilina oral 10 días en el tratamiento de faringitis estreptocócicas en niños . Los antibióticos en pauta corta estudiados eran: azitromicina ( el más frecuente) , cefuroxima, eritromicina, amoxicilina-clavulánico, cefpodoxima y ceftibuteno entre otros. Entre los resultados se observó menor duración de la fiebre y odinofagia en la pautas cortas, bajo riesgo de fracaso clínico precoz y no había diferencias en fracaso bacteriológico precoz. El riesgo de recurrencia bacteriológica tardía era mayor con el tratamiento de corta duración pero no fue significativo. Concluyen finalmente que las pautas cortas presentan mejor cumplimiento y son seguras en comparación al tratamiento con penicilina oral 10 días, pero estos resultados no se deberían aplicar a países en los que la fiebre reumática siga siendo un problema.

La finalidad del tratamiento antibiótico en las faringitis es, a corto plazo, mejorar la clínica y, a largo plazo,  evitar las recurrencias y  prevenir las complicaciones. Parece que las pautas cortas cumplen el primer objetivo (cuidado con los macrólidos), pero todavía existen dudas de si se consiguen prevenir las complicaciones. En  países donde la incidencia de fiebre reumática es baja no supone problemas en general, pero, en los del tercer mundo, con alta incidencia de fiebre reumática, hay que tratar aunque no sepamos con certeza si es una faringitis estreptocócica, utilizar antibióticos como penicilinas que han demostrado su eficacia (vía oral o inyectable) como primera opción y pautas estandar (mínimo 7 días).

Referencias

1. Altamimi, S., Khalil, A., Khalaiwi, K. A., Milner, R. A., Pusic, M. V. and Al Othman, M. A. (2011), Cochrane review: Short versus standard duration antibiotic therapy for acute streptococcal pharyngitis in children. Evidence-Based Child Health: A Cochrane Review Journal, 6: 759–800. doi: 10.1002/ebch.723

1.  Altamimi S, Khalil A, Khalaiwi KA, Milner RA, Pusic MV, Al Othman MA. Short versus standard duration antibiotic therapy for acute streptococcal pharyngitis in children. Cochrane Database of Systematic Reviews 2009, Issue 1. Art. No.: CD004872.DOI: 10.1002/14651858.CD004872.pub2.

Características de la Neumonía Neumocócica en la Era de de la Vacuna Conjugada heptavalente

Se ha publicado un estudio que aporta información sobre las características epidemiológicas y clínicas de la neumonía neumocócica en nuestro entorno y los factores relacionados con el desarrollo de complicaciones tras la generalización de la administración de la vacuna conjugada heptavalente VNC-7.

El estudio, limitado a  un solo centro hospitalario (Hospital Son Llàtzer) y a episodios de neumonía neumocócica atendidos a nivel hospitalario, concluye que, a pesar del desarrollo de diferentes vacunas neumocócicas y de la mejora en las técnicas diagnósticas y tratamientos antibióticos, no se han reducido las formas de presentación clínica grave por neumonía neumocócica bacteriémica. Tras la generalización de la VCN-7, la neumonía neumocócica se relaciona principalmente con serotipos no vacunales. Los pacientes más jóvenes (< 65 años), expuestos a  antibioterapia en los 6 meses y sin patología respiratoria presentan mayor riesgo de bacteriemia, empiema y shock séptico, con mayor riesgo de  mortalidad.  Probablemente esta situación es debida a la menor exposición a los serotipos patógenos. Los factores de riesgo para el desarrollo de shock séptico fueron la  edad<65 años, la presencia de derrame pleural y un índice de Fine IV-V.  Tanto en pacientes inmunodeprimidos como inmunocompetentes, un 20% de los episodios se consideraron de adquisición nosocomial.  En la incidencia de neumonía, el tabaquismo y la patología respiratoria de base (mayoritariamente EPOC), fueron los antecedentes tóxicos y patológicos más frecuentes. Las tasas de infección neumocócica por cepas con resistencia antibiótica, tanto en poblaciones pediátricas como en adultos, han disminuido.

El estudio viene a confirmar los beneficios limitados que se han obtenido en nuestros medio con la introducción de la vacuna antineumocócica. Diferentes estudios y revisiones publicadas en los últimos años han planteado dudas sobre  la utilidad de la vacuna antineumocócica (efecto protector de la contra septicemia y enfermedad invasiva)  en los sujetos de edad avanzada y en pacientes con riesgo elevado.

El S. pneumoniae es causante de hasta el 40% de las hospitalizaciones por neumonías en adultos y la causa más frecuente de mortalidad.  La neumonía bacteriémica neumocócica, supone un tercio de los casos de neumonía y triplica el riesgo de mortalidad frente a forma no bacteriémica

Mucho se ha debatido sobre las consecuencias de la vacuna antineumocócica en la epidemiología de las infecciones por neumococo adquiridas en la comunidad (NAC). Existen 2 tipos de vacunas, la vacuna antineumocócica polisacárida 23-valente, utilizada en adultos, que  no consigue una respuesta inmunológica protectora en menores de dos años ni proporcionan memoria inmunológica.  Las vacunas conjugadas 7-valente (VNC-7) , usada en niños, solventa estas limitaciones y  además, pueden prevenir o limitar el estado de portador y reducir la transmisión. Se ha demostrado la eficacia de esta vacuna en la prevención de la enfermedad neumocócica invasiva, parte de las neumonías y, moderadamente, frente a la otitis media aguda originada por neumococo, aunque se desconoce la duración de la protección que proporciona.

Tras la vacunación masiva  en España (1999 -2001), incluida la VNC-7 en niños menores 2 años, al igual que en el resto de países, se ha producido  un descenso inicial de la incidencia de enfermedad neumocócica invasiva (principalmente de neumonías y meningitis), tanto en niños como en adultos producidas por serotipos vacunales, sobre todo en adultos jóvenes, y  en menor grado, por serotipos no  vacunalesLamentablemente este efecto inicial se ha ido neutralizando con el tiempo  y se ha producido una sustitución por serotipos invasivos no incluidos en  las vacunas (aumento de los serotipos 1, 19A, 5, 3, 7F).   En España se he observado un aumento de la tasa de enfemedad invasiva entre 2005 y 2007, coincidiendo con la expansión clonal de serotipos no vacunales, permaneciendo estables las infecciones por serotipos vacunales, con la excepción del grupo de pacientes > 65 años, en que las infecciones por serotipos vacunales se redujeron un 37%.

También parece neutralizarse con el tiempo el hipotético beneficio sobre la reducción de cepas resistente a antibióticos por el uso de la vacuna antineumococo.

En la actualidad,  en la población infantil y en función de la edad, se estima que la VNC-7 previene menos del 20% de los casos de la enfermedad invasiva.  Además están emergiendo serotipos como el  19A, 1, 3, algunos de ellos son  multirresistentes (19A) y otros responsables de neumonías complicadas con empiemas paraneumónicos (serotipos 19A,  1). Estas limitaciones se pretenden limitar con el desarrollo de  nuevas vacunas como la conjugada “13-valente” que podría prevenir hasta el 80% de los casos de neumonía invasiva.