España es uno de los países europeos con mayor consumo y con mayores problemas de resistencias a los principales patógenos comunitarios (neumococo, E. coli, S. aureus). El 90% del consumo en la comunidad y el 85% de las veces para tratar infecciones respiratorias. Además se consideran que entre un 35-50% de las prescripciones tanto en AP como en el medio hospitalario son inadecuadas. Este exceso de consumo se relaciona con una prescripción inadecuada por parte del profesional, el elevado nivel de automedicación de la población agravado por el alto grado de desconocimiento que tiene dicha población sobre la materia, la facilidad para adquirir los antibióticos en las oficinas de farmacia sin receta y la ausencia de iniciativas claras de la Administración Sanitaria para el desarrollo de una política de antibióticos.
En un estudio publicado en Atención Primaria (Serna MC, et al. Aten Primaria. 2011;43(5):236—244) tiene como objetivo determinar la prevalencia de consumo de antibióticos, su distribución por edad y sexo, así como el grupo terapéutico más prescrito entre los años 2002 y 2007 en la Región Sanitaria de Lleida. Los resultados no pueden ser más desalentadores: la prevalencia de pacientes expuestos a tratamiento con antibacterianos en un año fue del 37% (33,5% en hombres, 40,4% en mujeres), un 56% han recibido antibiótico una sola vez durante el año, en el grupo de edad de 0 a 4 años un 58,8% de niños se encuentra expuesto a antibiótico al año y el principio activo más prescrito es una molécula de amplio espectro, la amoxicilina/ácido clavulánico.
El problema sigue existiendo y es de todos.