Desde hace meses es notoria la preocupación a nivel internacional sobre la aparición de resistencias de Neisseria gonorrhoeae a cefalosporinas de última generación, situación que, junto con su ya conocida alta prevalencia de resistencias a penicilinas, tetraciclinas, fluorquinolonas y macrólidos, puede enfrentarnos en breve plazo a un proceso intratable. Ya se advertía en The Lancet a mediados de junio, con ocasión de la celebración de la 29 ed. de la Conferencia Internacional sobre el SIDA, sobre las nuevas amenazas ligadas a una vieja enfermedad como la gonorrea.
En 2009 el ECDC informaba sobre la presencia en Europa de un 5% de cepas de gonococo con baja susceptibilidad a cefixima, y se confirmaban tasas de resistencia a quinolonas de un 63% y a azitromicina de un 13%. La situación comenzaba a ser preocupante.
Pero la alarma se extiende cuando comienzan a notificarse casos de gonococo resistente a cefalosporinas. En mayo de este año un grupo catalán publica el primer caso de transmisión de N. gonorrhoeae con alta resistencia a ceftriaxona en España. Y este mismo mes, en un estudio realizado en el Hospital Vall d’Hebron, en Barcelona, de 100 cepas analizadas, 3% presentaron suscepitibilidad reducida a ceftriaxona, 10% a cefixima y, además, 53% fueron resistentes a quinolonas y 99% a doxiciclina.
La gonorrea es un proceso de relevancia : de los 500 millones de casos de infecciones de trnasmisión sexual (ITS) tratables que ocurren en un año a nivel mundial, 106 millones son gonorreas. En nuestro país, en el año 2010 se notificaron al sistema EDO 1.944 casos de infección gonocócica (4,27 casos por 100.000 habitantes) manteniéndose la tendencia en alza observada desde el inicio de la década de los 2000.
Dada la trascendencia de este problema, en junio de este año la OMS establece un plan global de acción para controlar la propagación y los efectos de la resistencia de N. gonorrhoeae a los antibióticos. También recomienda aumentar la vigilancia y notificación de las cepas farmacorresistentes, así como mejorar la prevención, el diagnóstico y el control de las infecciones causadas por esta bacteria.
Los CDC acaban de publicar en MMWR la actualización de sus recomendaciones en el tratamiento de la gonococia, desaconsejando el uso de cefalosporinas orales y recomendando la asociación de ceftriaxona 250 mg IM + azitromicina 1 gr oral en una dosis o doxicilclina 100 mg dos veces al día 7 días.
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